En el balance del gobierno de Lenin Moreno que para alivio de la gran mayoría de ecuatorianos culmina este domingo 23 de mayo solo sobresalen la traición, los pésimos chistes, las mentiras compulsivas, la entrega del país al Fondo Monetario Internacional (FMI), el apoyo a la banca y poderosos grupos económicos, la huida frente al levantamiento popular de octubre de 2019, un funesto manejo de la pandemia del coronavirus, el reparto de los hospitales, el crecimiento del sicariato, el encubrimiento de los grandes medios de comunicación; en suma, la destrucción del Ecuador.
El incumplimiento total de las ofertas lo sitúa, no desde ahora, como “el peor gobierno de la historia”, apenas 4 de cada 100 ecuatorianos lo respalda.
Inició elogiando al expresidente Rafael Correa como “uno de los mejores hombres que ha tenido la Patria” pero a los pocos días dio un viraje radical y todos los ecuatorianos conocen la realidad actual: un expresidente sentenciado, un exvicepresidente preso, varios exaltos funcionarios encausados o investigados por la justicia penal.
Idependientemente de las simpatías u odios que haya generado la administración de Correa, no pocos expertos en el Derecho Penal, incluidos exjueces del sector, han puesto en duda la seriedad de los procesos e inclusive se habla de “fraude procesal” que podría dar cabida, más adelante, a revisiones que llevarían a sanciones a los actuales juzgadores.
Una de las acciones que fortaleció la nueva posición de Moreno fue la Consulta Popular que constituyó un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) transitorio, encabezado por Julio César Trujillo, que entre marzo de 2018 y junio de 2019 destruyó la institucionalidad del país. La consulta tuvo el firme respaldo del movimiento CREO, del presidente Guillermo Lasso que se posesiona este lunes 24 de mayo.
El pésimo manejo de la crisis por el secuestro de los periodistas de diario El Comercio y otros dos ciudadanos, a inicios de 2018, y que terminó con su asesinato a manos de un grupo delincuencial armado, dirigido por el colombiano alias Wacho, confirmó la debilidad de un gobierno inconsecuente.
Un segundo conflicto similar fue el relacionado con el activista Julián Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres, quien fue entregado por la administración Moreno a las autoridades británicas tras dar por culminado el asilo. Assange enfrenta un proceso de extradición a Estados Unidos donde podría ser sentenciado a la pena de muerte.
Con el paquetazo económico de inicios de octubre de 2019 que eliminó el subsidio a los combustibles, bajo presión del FMI, Moreno generó el levantamiento popular generalizado que lo hizo huir de Carondelet a Guayaquil y terminó con la derogatoria del Decreto 883.
Frente a la violenta represión desatada por ese hecho, la Comisión de la Verdad creada por la Defensoría del Pueblo, determinó 123 violaciones al derecho a la integridad personal, 38 violaciones al derecho a la libertad personal, 6 ejecuciones extrajudiciales, 22 atentados contra el derecho a la vida, 3 casos de violencia sexual y 20 lesiones oculares, por ello el defensor Fredy Carrión demandó al presidente Lenin Moreno, a la exministra María Paula Romo y al ministro de Defensa Oswaldo Jarrín, por delitos de lesa humanidad.
La crisis sanitaria
Los numerosos casos de corrupción tienen como referente central al escandaloso manejo de la crisis sanitaria por el Covid-19, con el reparto de hospitales, tráfico de pruebas, mascarillas, materiales e insumos para la bioseguridad; algunos de los indiciados ya han sido absueltos por los jueces, de manera curiosa por decir lo menos.
Un segundo capítulo de esta tragicomedia fue el proceso de “vacunación VIP” por el que está fugado un exministro de Salud. Queda incumplida la oferta de vacunar a dos millones de ecuatorianos.
Moreno ofreció la creación de 250.000 puestos de trabajo por año, pero la realidad se la ve al revés, más de un millón de ecuatorianos perdieron sus empleos por la gestión económica neoliberal y la pandemia. La participación de CREO en esas gestiones fue determinante. Una vez más la estampida migratoria es similar a la de 1999, luego del feriado bancario.
Por el lado de la seguridad la situación no es menos alarmante, queda afirmado el sicariato y otras peligrosas formas de delincuencia organizada así como la crisis en el sistema penitenciario que llegó a su cumbre el pasado 23 de febrero, cuando una masacre generalizada en varias cárceles del país dio como resultado el asesinato de 79 reos, muchos de ellos descuartizados.
Ello es producto del enfrentamiento de las bandas criminales organizadas en pugna del control de los territorios para el narcotráfico, han coincidido varios expertos.
Este es un panorama a vuelo de pájaro sobre el desgobierno de Lenin Moreno que deja un país despedazado en todos los órdenes pese a los elogios recientes de un puñado de representantes de la derecha internacional y el autoelogio en su último gabinete, el sábado, de haber cambiado la historia.
No recuerdo en mi vida, un gobierno tan inepto y de mal corazón como el de Lenin Moreno. La impunidad lo acompaña, lo acoge EE.UU y los medios de comunicación son cómplices