Tapabocas contra la opinión en lugar de mascarillas contra el coronavirus.

Por Iván Cevallos Miranda.

Con mi nombre y apellido, porque no les tengo miedo. Si por defender la salud de los ecuatorianos debo irme a la cárcel, me iré. Los hombres libres no morimos por el encierro, pero el silencio -esa cómoda manera de apoyar las mentiras- sí que puede matarnos.

Adjunto la comunicación que envía Julio Miranda, director administrativo del  HCAM (Hospital Carlos Andrade Marín). Conocí a Julio antes, me pareció una persona diferente de la que firma esta amenaza. Miren ustedes cómo se advierte que cualquiera que abra la boca, funcionario o no funcionario, será denunciado a la Fiscalía ¡”POR ALTERACIÓN DE LA SEGURIDAD NACIONAL”¡ ¡Qué horror!

Parecía que esos tiempos habían quedado atrás, pero no. Una de las armas de los totalitarismos fue justamente callar al que piensa, porque pensar es un delito cuando la ruta torcida requiere silencio. Si los médicos no habríamos levantado la voz, no habría existido reacción -aunque sea todavía de palabra- por parte del Vicepresidente. Si los médicos nos hubiésemos callado, ya se habrían gastado unos cuantos millones en shows. Si los médicos no habríamos puesto la alerta, ya estarían comprados los reactivos más caros para el diagnóstico del SARS-CoV-2. Si hoy nos callamos, la compra a dedo de la cloroquina y la azitromicina se ejecutará, haciendo negocios turbios con los fondos públicos. Como esa es la realidad, entonces nos amenazan y utilizan a la Fiscalía como instrumento de su prepotencia, máscara detrás de la cual se oculta el rostro de terror frente a la verdad.

Pero ahí hay algo tenebroso: dice que la disposición es del Presidente de la República. ¿De verdad usted, licenciado Lenin Moreno, dispuso a este funcionario que proceda así? Si esto es cierto, estamos frente a un hecho insólito. Si es falso, supongo que el audaz será destituido. Usted tiene la palabra.

Colegas y amigos, les agradeceré compartir. Especial atención pido a Ernesto Carrasco como Presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, a Victor Alvarez en su calidad de Presidente del Colegio Médico de Pichincha. A los representantes de la prensa libre Miguel Rivadeneira, Carmen Lucia Andrade, Juan Esteban Guarderas. A un luchador por los derechos, como es Alexis Ponce. A un símbolo de la lucha contra el pasado, Comisión Nacional Anticorrupcion.