A inicios de la presente semana el colapso de una alcantarilla metálica provocó el hundimiento de la mesa de rodadura de la vía que conduce desde Girón hasta la laguna de Curiquingue. La oportuna intervención de la Prefectura del Azuay logró la recuperación de la carretera que conecta comunidades como Bellavista, Santa Teresita, Shatashí, Manzano, Cabuncta, Cachizula y Silván.
La vía es parte de la carretera Girón-La Ramada-Nabón que en su totalidad tiene 32 kilómetros.
A la altura del kilómetro 23, sector de Chunazana, el 20 de mayo de 2008 se produjo un enorme deslizamiento sobre la Quebrada de Curiquingue que taponó el curso de agua y formó la laguna del mismo nombre.
El dique taponó el río en una extensión de más o menos 800 metros de largo por 500 metros de ancho, con 1’900.000 metros cúbicos de agua, en un área de cerca de 25 hectáreas, con 1.200 metros de longitud, 200 metros de ancho y 30 de profundidad.
La laguna en la actualidad es uno de los grandes elementos de atracción turística.
Más adelante se coordinará con el Municipio de Nabón la realización de estudios para la construcción de una variante que recupere la conexión total de la vía, informó el director de Planificación de la Prefectura, Jaime Sinchi.
Una de las posibilidades contempla la circunvalación de la laguna y la construcción de un puente para lo cual se requeriría una inversión de 14 millones de dólares.
Mientras tanto se realizan gestiones para el mantenimiento desde Girón hasta la turística laguna.
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