En el cuarto día del paro nacional en Colombia, marchas masivas fueron dispersadas con gases lacrimógenos por las fuerzas del orden. Varios sectores sociales unieron a miles de colombianos para rechazar esta reforma propuesta por el Gobierno que busca subir el IVA para recaudar dinero.
El Gobierno de Iván Duque propuso una reforma tributaria que busca recaudar 24 billones de pesos (6.400 millones de dólares) con medidas que afectan a la economía de los colombianos de acuerdo a las versiones coincidentes recogidas por Sputnik.
Entre las más polémicas y criticadas por los manifestantes están: gravar con IVA del 19% los servicios públicos desde el estrato 4, gravar los servicios funerarios, otorgar autorización a las autoridades municipales para implementar peajes dentro de las ciudades capitales e incrementar al 43% el porcentaje de los productos de la canasta básica familiar que pagan IVA.
El rechazo colectivo a esta reforma condujo a las centrales obreras y otros sectores sociales a exigir que sea retirada para que no se apruebe en el Congreso.
Luego de tres días de protestas, el presidente ordenó que ciertos puntos de la reforma sean reformulados en consenso con los sectores. Sin embargo, las marchas continuaron y con ellas la represión policial con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Al no lograr un acuerdo con los sectores sociales, el mandatario colombiano ordenó la militarización de las ciudades principales con el fin de controlar y reprimir las masivas protestas en contra de su propuesta de reforma tributaria que entraría en vigencia en 2022 en caso de ser aprobada por el Congreso.
“Conforme a la Política de Convivencia y Seguridad Ciudadana, como comandante de las Fuerzas Armadas, la figura de asistencia militar seguirá vigente en los centros urbanos donde existe un alto riesgo para la seguridad de los ciudadanos”, dijo el mandatario en un mensaje a la nación.
La violencia se centra en Cali
Los disturbios y actos de vandalismo más graves se han registrado en Cali, capital de la provincia colombiana del Valle del Cauca, con ataques a bancos y oficinas gubernamentales, entre otros incidentes. En la ciudad se desplegaron unas 2.500 tropas adicionales a las fuerzas de seguridad, compartió el ministro de Defensa, Diego Molano, en una sesión informativa.
Los medios locales reportan numerosos actos de saqueos, incendios de edificios y vías bloqueadas por los manifestantes. El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, estimó las pérdidas por vandalismo en alrededor de 80.000 millones de pesos (unos 21,5 millones de dólares).
Las protestas comenzaron a nivel nacional a pesar de una orden judicial y las exigencias de las autoridades para suspender las marchas por los temores de contagio. Colombia sigue atrapada en una tercera ola de infecciones por coronavirus que mantiene al sector de la sanidad del país en constante tensión.
Los sindicatos convocaron huelgas en las principales ciudades del país para exigir al Gobierno del presidente Iván Duque que retire la reforma que presentó al Congreso a principios de abril en un intento por aumentar los ingresos fiscales. Las autoridades nacionales se mostraron dispuestos a modificar el proyecto de ley de reforma tributaria a través de debates en el cuerpo legislativo.
La mayoría de los partidos políticos, además de los sindicatos y las asociaciones empresariales, rechazan la propuesta.
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