
Una multitud de simpatizantes trata de impedir que Lula se entregue a las autoridades (Publicación Actualidad RT)
El ex mandatario de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva decidió entregarse a la Policía Federal tras permanecer a lo largo de los últimos días en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en São Bernardo do Campo, en la provincia de São Paulo, informó el portal ruso Actualidad RT, hace pocos momentos de este sábado 7 de abril.
En un primer intento Lula no logró abandonar las inmediaciones del sindicato. Sus seguidores no querían que se entregara a las autoridades e impidieron el paso de su vehículo. Finalmente, el expresidente de Brasil salió del sindicato sin auto, rodeado de una multitud de seguidores, que lo llevaron en andas antes de que se entregara.
Ahora Lula da Silva será trasladado a una sala reservada de la superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde permanecerá detenido separado de los demás presos. Los vehículos del convoy que lo transportaron eran oscuros y sin escudos de la institución, según lo habían solicitado los abogados del exmandatario.
El convoy se dirigió al aeropuerto de Congonhas, que suele ser utilizado por el presidente y las autoridades del país cuando llegan a São Paulo o abandonan la ciudad.
Este jueves el juez Sergio Moro ordenó el arresto del expresidente brasileño luego de que un día antes el Supremo Tribunal Federal (STF) del país rechazara el pedido de ‘habeas corpus’ presentado con carácter preventivo por sus abogados, en el caso de presunta corrupción que se le sigue por la adquisición de un departamento triplex.
¿De qué acusan a Lula?
El mandatario fue condenado a 12 años y un mes de prisión por delitos de corrupción. Lo acusaron de aceptar un lujoso departamento triplex frente a la playa, en el Condominio Solaris, en Guarujá (municipio del estado de São Paulo), a cambio de beneficiar a la constructora OAS en sus contratos con la estatal petrolera Petrobrás.
Sin embargo, durante el juicio no se logró demostrar que Lula sea el propietario del inmueble, y tampoco se identificó cuál sería el acto o la omisión que habría dado origen al recibimiento del inmueble. Por ese hecho, Lula fue acusado bajo el cargo de corrupción pasiva, delito que supone que un funcionario público realiza o deja de cumplir un acto de su competencia a cambio de algún beneficio, según Actualidad RT http://bit.ly/2IxxqAP
De acuerdo al diario El Comercio, de Lima, Perú, Lula anunció su intención de entregarse unas horas antes, al final de una misa frente al Sindicato de Metalúrgicos, en un camión de sonido convertido en capilla, en memoria de su esposa fallecida el año pasado.
En su discurso, el ex mandatario expresó su agradecimiento a su predecesora Dilma Rousseff y a otros dirigentes de izquierda. El ex jefe de Estado proclamó su inocencia y acusó al juez Moro de «mentir».
«Voy a cumplir la orden de cárcel (…) y cada uno de ustedes se transformará en un Lula», afirmó el ex presidente de izquierda (2003-2010), proclamándose inocente y desencadenando un clamor unánime de «¡Soy Lula! ¡Soy Lula!».
«Hace mucho tiempo que soñé que era posible gobernar este país incluyendo a millones de personas pobres en la economía, en las universidades, creando millones de empleos», proclamó, antes de ser sacado en andas del camión de sonido sobre el cual se había improvisado una capilla.
«Ese es el crimen que cometí (…). Y si fuera por ese crimen, de colocar a negros en la universidad, de que los pobres puedan comprar un auto, viajar en avión, seguiré siendo un criminal», subrayó Lula, citado por el rotativo limeño. http://bit.ly/2IBubZ6
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