Con la injerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) y tras la insubordinación de las Fuerzas Armadas y la Policía, el presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció a la Presidencia la tarde de este domingo 10 de noviembre para favorecer a la pacificación del país, consumándose con ello el “golpe de estado del fascismo”, según el mandatario renunciante.
Mensaje del Sr. Gral. Cmdte. Vladimir Yuri Calderón Mariscal COMANDANTE GENERAL DE LA POLICÍA BOLIVIANA pic.twitter.com/ypgpN2vo4g
— POLICIA BOLIVIANA (@Pol_Boliviana) November 10, 2019
Acto seguido también renunció el vicepresidente Álvaro García Linera así como varios ministros de Estado, dejando un vacío de poder y una gran incertidumbre en la línea sucesoria.
De acuerdo a la constitución boliviana, tras la ausencia definitiva del presidente y vicepresidente, le corresponde asumir el cargo a la o el presidente del Senado o de la Cámara de Diputados, inexistentes también por renuncias, la última de Adriana Salvatierra, presidente del Senado.
Sin embargo, las cabezas visibles de la oposición, el candidato perdedor de la alianza política Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, y el cuestionado político Luis Fernando Camacho, dejaron entrever su predisposición a irrespetar el orden constitucional al sugerir la conformación de un gobierno concertado de transición.
Morales responsabilizó en forma directa a Mesa y Camacho sobre su seguridad, anunciando su decisión de quedarse en el país y disipando noticias falsas en el sentido de que habría solicitado asilo político en Argentina y se dirigía a ese país, tema que desmintió el Canciller argentino.
Dijo que presentaba su dimisión para que cesara la persecución a los dirigentes sindicales, dejaran de quemar las casas de funcionarios públicos y para que grupos opositores dejaran de «secuestrar y maltratar» a los familiares de los líderes indígenas.
Además el ex mandatario denunció que la oposición intentó pagar 50.000 dólares a los miembros de la guardia presidencial para que lo entreguen.
Mientras Cuba y Venezuela condenaron el «golpe de estado», el resto de gobiernos de América Latina guardaban silencio. La embajada de Venezuela en Bolivia estaba siendo atacada por grupos violentos, poniendo en peligro la seguridad y la vida del personal diplomático.
Horas atrás, el aun mandatario anunció su decisión de convocar nuevas elecciones frente a la extrema violencia desatada por los sectores de la “extrema derecha” bajo la protección de las fuerzas militares y policiales.
“Al convocar a nuevas elecciones nacionales garantizamos que el pueblo de manera libre, democrática y pacífica, mediante el voto, elija a sus nuevas autoridades incorporando a los nuevos actores políticos”, dijo.
No obstante la oposición no aceptó el anuncio y presionó la continuación de las protestas, a lo que finalmente se sumó la posición “sospechosa” de las Fuerzas Armadas” sugiriendo la renuncia de Morales.
Fuerza Armada de #Bolivia sugiere a Evo Morales su renuncia a la presidencia para permitir la pacificación del país. #10Nov vía @unitelbolivia pic.twitter.com/WcDaPlYdNg
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) November 10, 2019
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