Debería darnos vergüenza

 

Del muro de Hugo el búho

Y no nos da. Tener un presidente inepto y aguantarnos su miopía, sus off shore, sus declaraciones tan primarias y absurdas. Debería darnos vergüenza vivir quejándonos en redes mientras la inseguridad, las muertes, el sicariato, la violencia extrema nos consume. Es como si no tuviéramos quien gobierne. Es un meme a tiempo completo. Debería darnos mucha vergüenza.

Y no nos da.

Debería darnos vergüenza saber que la proforma presupuestaria del 2023 tiene recortes miserables. 50 millones menos para las universidades públicas, lo que implica que miles de estudiantes pobres se quedarán sin estudiar, cientos de profesores de contrato al desempleo, la calidad académica en los suelos. Están terminando con lo público, lo hacen a propósito. No les interesa la salud, la educación, la seguridad social, los servicios, el Registro Civil, nada. Deberíamos indignarnos, reventarnos el seso, darnos asco profundo.

Y no nos da.

Los quiteños, las quiteñas (y ecuatorianos) nos conversamos la tragedia diaria, nos lamentamos, pero nos da pereza protestar. No somos ciudadanos: somos ciudaquietos, ciudacómodos, ciudaconformistas, ciudainmovilizados. Esperamos que venga la Conaie a salvarnos, a darnos protestando, porque nosotros no podemos, no queremos, no sabemos. Debería darnos vergüenza, y no nos da.

No nos da.

El gobierno se aprovechará del mundial, lanzará fuegos pirotécnicos para tenernos embobados y meternos leyes, decretos, preguntas estúpidas, cualquier cosa. Es su momento, su tiempo de relax, de hoy o nunca. Debería darnos vergüenza, mucha vergüenza, pero no, no nos da. Cualquier pueblo que se respete ya se hubiera levantado, porque es el colmo de la sinvergüencería, del descaro, del cinismo a tiempo completo. Nos gobiernan unos idiotas y ya nos parece hasta bien, hasta normal, así es la vida, así es la democracia, así es el fútbol. Debería darnos rabia.

Y no nos da.

Nos vamos a quedar sin país, cantaremos el himno nacional a ritmo de un tik tok oficial, el tricolor será una réplica del banco Guayaquil. Los señoritos banqueros y demás dueños del país se reirán en voz alta, en helicóptero, mientras miran con sorna la pobreza, la sangre, la miseria de Esmeraldas, Guayaquil, Santo Domingo y más y más y más. Debería darnos tanta, pero tanta vergüenza, pero no, nada que ver, no nos da.

O sí nos da. Pero no sabemos qué hacer, cómo proceder, cómo protestar. Al parecer tendremos que aguantarnos más de dos años de la misma vaina. Más sinvergüencería, más hijos y padres bobos, más plata para sus amigos, más off shore para sus bancos. Debería darnos una náusea infinita.

Y no nos da.

1 comentario en «Debería darnos vergüenza»

  1. Absolutamente de acuerdo en todo. Y a parte de lamentarnos » solo» por las redes, vivimos un individualismo y un quemeimportismo absolutos.

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